ballena

    Por Albert Simódirector@viptoday.es

    El lujo y la sostenibilidad medioambiental deben ir de la mano. Y hablo en presente, porque ésta debe ser una prioridad compartida por todo el Sector del Lujo. En este marco se sitúan los premios del IE ‘Awards for Sustainability in the Premium & Luxury Sectors’, que buscan señalar en positivo las marcas de gama alta que están haciendo más esfuerzos para conjugar la fabricación o comercialización de los productos y servicios más exclusivos del Planeta del Lujo con el respeto hacia nuestro entorno. Si bien la sostenibilidad es un valor irrenunciable y absolutamente fundamental que debe ser tomado en consideración en la estrategia de marketing y comunicación de cualquier empresa de Lujo, presenta también un componente pérfido, ya que se pueden realizar actividades sostenibles y, a la vez, de dudoso perfil ético.

    Las marcas de Lujo y las acciones de marketing y comunicación que desarrollan son, en muchos casos, un referente para empresas de otros sectores en términos de excelencia y calidad. Representan un ejemplo en todos los aspectos, desde en la propia fabricación hasta en la distribución, la atención al cliente o en la calidad de sus estrategias de marketing y comunicación. También deben ser, por supuesto, referencia a nivel de sostenibilidad.

    Precisamente para premiar la actividad empresarial de marcas de Lujo en relación a este ámbito, IE Business School y el Centro de Estudios de Lujo Sostenible han puesto en marcha los IE ‘Awards for Sustainability in the Premium & Luxury Sectors’, que tendrán lugar el próximo 2 de julio; una excelente iniciativa que pondrá en relieve las empresas de referencia en el Sector del Lujo.

    Desde VIP Today Marketing Communications & Luxury Services celebramos iniciativas como ésta pero también queremos invitar nuestros lectores a realizar una reflexión en relación al sentido ético de las dinámicas empresariales de algunas marcas del sector del lujo.

    Una forma de entender la sostenibilidad es relacionándola con criterios relativos a la conservación. Por ejemplo, no debemos exceder de una determinada cuota de pesca de atún rojo porque, si la sobrepasamos, este animal se va a extinguir y, entonces, ya no podremos comer sushi. Un razonamiento de aplastante lógica. Ahí va otro: no debemos aniquilar las serpientes para usar sus pieles en la confección de bolsos y zapatos de lujo. También parece coherente. Otro ejemplo paradigmático es el de las ballenas. Desde la prohibición de su caza –que Japón desobedeció durante demasiado tiempo-, la población muchas especies de ballenas se ha ido recuperando con los años después de las carnicerías que se perpetraron contra este animal por parte de numerosos países. Partiendo del análisis de la situación actual, ¿sería sostenible reiniciar la caza de ballenas bajo los criterios de sostenibilidad más estrictos? Yo considero que sí. Pero, ¿sería ético? Sin duda, no.

    Las marcas de lujo no deben esconderse bajo el paraguas de la sostenibilidad, muy golosa como punto de partida para desarrollar estrategias de marketing y comunicación especializadas en lujo orientadas a mejorar e incrementar el valor de marca. Con la irrupción del nuevo Marketing 3.0, los consumidores pueden y deben exigirles a las marcas de lujo responsabilidad. Y esta responsabilidad reclama ética. En cómo plasmen esta sensibilidad en sus procesos empresariales estará la clave del equilibrio entre objetivos de negocio y respeto honesto por el planeta.