Estados Unidos cuenta hoy con un nuevo y flamante presidente electo, el magnate Donald Trump, un hombre que, como es lógico por su descomunal poder adquisitivo y por el origen de su fortuna, está muy relacionado con la Industria del lujo. Durante su campaña, el multimillonario apuntó en varias ocasiones su voluntad de desarrollar políticas proteccionistas que podrían llegar a perjudicar a las marcas de lujo, tanto norteamericanas como europeas.

Si nos situamos en un escenario de incremento de las tasas para las marcas de lujo extranjeras, éstas se podrían ver obligadas a incrementar sus precios para poder mantener los márgenes, lo que podría repercutir en una disminución de las ventas. Este incremento afectaría también a los costes de las materias primas. En este contexto, es imprescindible para cualquier empresa de la Industria del Lujo contar con un buen plan de marketing y comunicación y los servicios de consultoría de marketing de una agencia experta en este sector como VIP Today.

Por otro lado, si Trump desarrolla políticas proteccionistas, las marcas de lujo norteamericanas que tengan deslocalizada su producción podrían tener que cambiar sus planes estratégicos. Esto podría repercutir en un incremento del precio del producto para el consumidor final, una disminución de las ventas y, por lo tanto, problemas empresariales de distinta índole.

¿Vuelta de la ostentación?

El estilo chulesco y prepotente de Trump sin duda va a ponerse de moda. En este sentido, podría incrementar las ganas de los americanos de lucir productos de lujo ostentosos, que siempre actúan como marcadores sociales. Este hecho podría fulminar la tendencia al lujo austero, propio de los mercados maduros como es el caso de los Estados Unidos.
En cuanto a cómo puede afectar al sector turístico norteamericano la victoria de Trump, las previsiones no son optimistas. El hecho de que el rubio magnate ocupe la Casa Blanca lesiona el atractivo de los Estados Unidos como destino turístico, según apunta Euromonitor.En este sentido, es resulta de una lógica aplastante que mejicanos, musulmanes o turistas gay no vean los Estados Unidos como un destino demasiado ‘amigable’.

En definitiva, y partiendo de la base de que nos movemos en el terreno de la especulación, teniendo en cuenta el tamaño del mercado norteameriano y el hecho de que la mayoría de empresas del sector del lujo tienen origen europeo, las políticas de Donald Trump podrían tener un efecto muy negativo en la Industria del Lujo.