Si hay una marca en el sector del motor de lujo que destaca por el diseño agresivo de sus superdeportivos ésta es, sin duda, Lamborghini. Y un claro ejemplo de su manera de concebir un vehículo de altas prestaciones es el ‘Sesto Elemento’, un nombre que confiere connotaciones prácticamente mitológicas y que procede del carbono –sexto elemento de la tabla periódica-, material gracias al cual este monstruo del asfalto ha viajado desde el mundo de los sueños a la realidad.
Los ingenieros de la marca de Sant’Agata Bolognese han dotado a este monstruo del asfalto con un motor de gasolina 5.2 V10 de 570 CV con tracción integral, cambio automático de seis marchas, capaz de alcanzar los 100 km/h en 2,5 segundos y superar los 350 km/h. Su relación peso-potencia de 1,75 kg/CV convierten literalmente esta perla de la Emilia-Romagna en una bala.
La mala noticia es que los privilegiados que puedan permitirse el lujo de pagar los 2 millones de euros que vale esta joya de la automoción, únicamente la podrán disfrutar –como mínimo, de momento-, en un circuito.